La protección de tus ojos frente al sol es obligatoria en cualquier momento del año
Aunque ya estamos en otoño y comienzan los días grises, no
debemos dejar de protegernos los ojos contra los rayos UVA.
Hay que recordar que los rayos UVA son tan dañinos para
nuestros ojos como lo son para la piel, además debido a su efecto acumulativo,
el daño se va realizando poco a poco sin que nos demos cuenta. A corto plazo
puede ocasionar síntomas temporales como irritación, ojos inflamados, rojos,
fotofobia o lagrimeo excesivo, pero a largo plazo los efectos pueden ser
irreversibles, como son cataratas entre otras. El trabajo de la protección
ocular frente a los UV es debe ser constante.
Se debe tener en cuenta que la radiación UV está presente en
toda la luz solar, con lo que no importa si es verano o invierno, estamos recibiéndola
en cualquier momento del año. El 90% de los UV atraviesan las nubes más altas y
no sólo los recibimos directamente, si no que se reflejan llegándonos desde
cualquier ángulo, siendo un caso especial de esto la nieve en la montaña.
En el caso de los ojos, las horas de mayor exposición no
coincide con las horas del sol más alto, ya que, es justo al amanecer o al
atardecer cuanto recibimos la luz en un ángulo más directo a nuestros ojos.
Todos estamos expuestos a los efectos de la radiación UV,
pero se estima que los niños reciben 3 veces más radiación UV que los adultos,
ya que realizan muchas más actividades en el exterior, tienen el cristalino más
transparente y las pupilas más grandes, además del hecho que pocos llevan la protección
adecuada.
Así, como resumen, no abandonemos la protección porque ya no
sea verano, las gafas de sol con protección homologada, los sobreros, las
lentes de contacto con protección UV, debe seguir acompañándonos a todos, tanto
niños como mayores, para poder disfrutar de una buena salud visual durante toda
la vida.
En caso de duda consulta con tu óptico.
1.- © de la imagen: JnJ Visión Care.
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